Federación de Enseñanza de CCOO | 24 abril 2024.

Resolución FECCOO con motivo del 8 de marzo

  • Un día para celebrar, denunciar y reivindicar

Hemos hecho ya un largo camino y hemos conseguido importantes avances para la igualdad de los sexos, para los derechos de las mujeres, para aumentar su libertad y para incrementar su participación social en todos los terrenos, incluso en el político. El mercado laboral, uno de los espacios más desfavorables para las mujeres, también da cuenta de esos avances, y el ámbito educativo nos muestra el éxito femenino en la mayor parte de los parámetros que observemos. Todo ello es motivo de celebración: la organización y la movilización de las mujeres están dando sus frutos.

01/03/2017.

Pero el horizonte de la igualdad aún queda lejos y muchas siguen siendo nuestras razones para denunciar, porque la discriminación sigue existiendo, colocando a las mujeres en inferioridad de condiciones con respecto a los hombres, invisibilizándolas, relegándolas a los cuidados, a los puestos de trabajo de menor responsabilidad o a recibir salarios más bajos, sufriendo en mayor medida las consecuencias de las políticas de recortes sociales y de retroceso de derechos.

Como recoge el manifiesto para este 8 de marzo de CCOO y UGT, “la EPA del cuarto trimestre de 2016 sitúa la tasa de empleo femenino en el 42,59% y la masculina en el 53,64%, lo que supone 11,05 puntos de brecha en el empleo. Persiste la altísima presencia de mujeres en la contratación a tiempo parcial, el 72,60%. El número de mujeres activas baja en 43.900 situándose en un 53,41%, lo que supone una brecha de 11,39 puntos con los hombres cuya tasa de actividad se mantiene en el 64,80%.”

Son las mujeres, casi en exclusiva, las que dejan su empleo para cuidar a sus familiares. Insiste ese manifiesto en que “en 2016 se registraron 50.537 excedencias por cuidado familiar, de las cuales el 90,93% fueron solicitadas por mujeres y solo un 9,07% por hombres. Teniendo en cuenta que, durante el ejercicio de este tipo de excedencias, no se perciben ingresos salariales ni ningún tipo de prestación económica de la Seguridad Social, unido al alejamiento del puesto de trabajo durante largos periodos de tiempo, el acogerse a estas excedencias supone un alto coste laboral para las mujeres.”

No es extraño, por tanto, que el salario medio femenino sea el 76,75% del masculino, lo que supone una brecha salarial de casi la cuarta parte.

A pesar de que el ámbito educativo es uno de los menos discriminadores para las mujeres -el éxito escolar tiene rostro femenino-, el sistema educativo también muestra su sexismo en múltiples aspectos como la infrarrepresentación de las mujeres en la dirección de los centros, especialmente ausentes en el caso de las universidades; la insuficiencia de una educación inclusiva e igualitaria para chicas y chicos, llevada a su extremo en el caso de los centros segregados por sexo; o el mantenimiento de un currículum androcéntrico, que invisibiliza a las mujeres y sus aportaciones e impone una visión del mundo desde la óptica masculina como si fuera la única existente.

La violencia machista, esa insoportable lacra social que no cesa, está teniendo en este año una especial virulencia: 15 mujeres han sido asesinadas por hombres que las han considerado de su propiedad, hasta el punto de decidir cuándo quitarles la vida. Y esta situación de incremento de unas cifras que deben avergonzarnos, se está dando 12 años después de la aprobación de la Ley integral, lo que nos lleva a cuestionar las múltiples deficiencias en la aplicación de dicha Ley, como ya se denunciaba en el documento de CCOO Análisis y propuestas para combatir la violencia de género del pasado noviembre.

Frente a todas las situaciones de discriminación que sufren las mujeres y, muy especialmente, contra la violencia machista, este 8 de marzo seguimos reivindicando:

- Combatir la violencia contra las mujeres debe considerarse una cuestión de Estado, que debe implicar al conjunto de la sociedad. Exigimos a los gobiernos y a las instituciones implicadas la aplicación efectiva de las medidas que permitan la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres.

- Especialmente, exigimos que se fomente la práctica de la coeducación, que en nuestros centros educativos se transmitan valores de igualdad, que se fomente la resolución pacífica de los conflictos, que se ejerza una educación inclusiva, de respeto a todas las personas, especialmente a los colectivos socialmente discriminados.

- Que se derogue la LOMCE, con su retroceso para la educación en valores y la práctica coeducativa. Que se apruebe una nueva ley educativa que represente realmente los valores democráticos de una sociedad avanzada, entre ellos, los de la igualdad entre los sexos.

- Que los currículos educativos y los libros de texto fomenten la presencia de las mujeres y de sus aportaciones a lo largo de la historia de la humanidad para que muestren a las y los jóvenes, imágenes de igualdad entre los sexos.

- Que se reviertan los recortes que, en materia laboral, han tenido lugar los pasados años, derogando las reformas laborales; que se promueva la creación de empleo femenino que vaya corrigiendo las brechas de sexo existentes en el acceso, la promoción y los salarios.

- Que se apruebe ya una ley de permisos parentales igualitarios que fomente la igual distribución entre hombres y mujeres del trabajo de cuidados.

Para contribuir a la lucha por la igualdad y por acabar con la discriminación de las mujeres, la Federación de Enseñanza de CCOO se suma a las movilizaciones del 8 de marzo y, además, aporta una propuesta de actuación en los centros educativos, que es continuidad de nuestra actividad del 8 de marzo pasado, Demos nombre de mujer a nuestros centros educativos, con el objetivo de revalorizar a aquellas mujeres escritoras, políticas, feministas, sindicalistas, juristas, científicas, artistas, deportistas, filósofas…que nos ayudan a ser mejores personas, a avanzar en conocimientos y en derechos y que contribuyen al desarrollo social y a que todas y todos vivamos mejor.